ELA tras la crisis de Edesa: "Ningún Gobierno que se precie debe dar ayudas públicas a una empresa que no garantice su continuidad"


El grupo CNA sólo confía en el tirón comercial de Fagor para reestructurar las plantas de Edesa Industrial

El secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, ha aprovechado los dos últimos casos de empresas cuyo empleo en el País Vasco pende de un hilo: Edesa y General Electric- para cargar contra el Gobierno vasco y exigirle que "deje de sacarse fotos con la patronal".

Muñoz ha pedido al Ejecutivo que "no dé ninguna ayuda pública" a una empresa si ésta no cuenta con un plan de viabilidad que garantice la continuidad del proyecto en el País Vasco.

El secretario general de ELA, que no pasa por sus mejores momentos en lo que se refiere a sus relaciones con el Gobierno vasco, ha culpado directamente al Gobierno de no hacer un seguimiento a las empresas. "Un gobierno que se precie" y "tenga una política industrial mínimamente decente" no debe dar "ninguna ayuda pública a una empresa si no hay un plan de viabilidad que garantice al continuidad de ese proyecto", ha asegurado.

En una entrevista en Onda Vasca, Muñoz ha considerado que "llama la atención" que el grupo catalán CNA, comprador de los activos productivos de Fagor Electrodomésticos en 2014, "diga ahora que carece de un plan industrial". En su opinión esto no sólo afecta a CNA sino a la Corporación Mondragón, "que fue la que se desprendió de una parte de su producción", y también "a la vigilancia que debería haber tenido el Gobierno vasco".

Para Muñoz, si finalmente se llega a un "cierre paulatino" de la actividad, "se podría pensar que CNA es un testaferro para ayudar a liquidar lo que Corporación Mondragón decidió que le estorbaba", ha asegurado.
Sigue leyendo

ESPEJISMO COOPERATIVO: DE FAGOR A CATA

En Octubre de 2014 y marzo de 2015 pone en marcha CATA las plantas que habían  pertenecido a Fagor Electromésticos. Primero la de Garagarza en Arrasate y después la de Basauri. Tras una negociación a distintas bandas donde estaban el Gobierno Vasco, MCC...el titular del juzgado de lo Mercantil n.º1 de San Sebastián, Pedro José Malagón, adjudica las plantas pertenecientes a Fagor a la firma catalana por 42,5 millones de euros.

El compromiso firmado entre el GRUPO FAGOR  y CATA era  ceder la patente a cambio de que se cumpliera la creación de 700 puestos de trabajo, como mínimo,  en distintos plazos. Los plazos, evidentemente, no se han cumplido ni los puestos de trabajo. En estos momentos CATA emplea a 350 trabajadores.

Ya estamos nuevamente en preconcurso de acreedores y se tambalea el proyecto CATA. La consejera de Desarrollo y Competitividad decía que era la firma catalana quien cumplía los requisitos para hacerse con la cooperativa. Ahora, se queja amargamente: de aquellos barros estos lodos. Tacha de despropósito la posición de la empresa y dice que “nos van a tener que dar muchas explicaciones”.

La apuesta del Gobierno Vasco y también de MCC ha tenido unas consecuencias nefastas. Pérdida de muchos puestos de trabajo, cerca de mil personas que pertenecían a Fagor están sin puesto fijo, la mayoría con reubicaciones temporales y otras han sido expulsadas del sistema con pequeñas indemnizaciones. Han conseguido, también,  que los pequeños ahorradores nos quedemos (de momento) sin lo que nos pertenece: no existe Fagor, no hay solución, dicen.

Una vez llegados a esto podríamos pensar:
CATA tiene una deuda de 100 millones de euros. El principal acreedor, además de los bancos, es MCC: componentes, uso de marcas y alquileres.
Además, es también dueño de los pabellones, marcas (Fagor), y la mayoría de los trabajadores y trabajadoras son cooperativistas. En aras al bien común, salvaguardar los empleos (de aquella manera) y en connivencia con el G. Vasco, MCC se hace con CATA…

Podría ser ejemplo de manual capitalista pero nunca de ética cooperativista. Cómo sanear una empresa con cerca de 2000 trabajadores y 1000 millones de deuda. Por habilidades propias de mejor causa se convierte en empresa con 350 y 100 millones de euros de deuda.

Finalmente “desaparecen” 900 millones de euros y se prejubilan o reubican eventualmente o se les expulsa del sistema a 1650 personas.

Parladé, Consejero delegado de CNA/CATA, no ha perdido un euro. El pidió un crédito para la compra, vendió las existencias del almacén y consiguió componentes fabricados por las cooperativas para empezar a operar. El grupo CNA que teóricamente adquirió Fagor no tiene ninguna responsabilidad económica.

   1. Mucha gente sigue diciendo, entre ellos el Gobierno Vasco, que las cooperativas saben hacer frente a las crisis. Así cualquiera, explicar en los Congresos y eventos las bondades de la solidaridad intercooperativa e intergeneracional y hacer en la práctica justo lo contrario. Utilizar de forma eventual a exsocios de Fagor y otra gente en condiciones nada ejemplares y por arte de birlibirloque hacer que desaparezcan los ahorros de toda la vida de gentes de Eskuratu y Ordaindu.

Y no es el único el Gobierno Vasco. Los parlamentarios del grupo europeo GUE-NGL, en el que se integra Bildu (Gara 2017-6-8), en una visita a la central de la Corporación Mondragón decían que el cooperativismo vasco es un motor de desarrollo, una herramienta para luchar contra los efectos de la crisis económica y un modelo de futuro para la izquierda europea. Pues que lo demuestren con CATA/Fagor.

Siempre hemos dicho que nos sentimos del cooperativismo porque tiene virtualidades frente a las empresas de capital pero, el cooperativismo vasco, hace aguas por distintos sitios. Esta es una conclusión extraída del análisis de la realidad y no de ideas preconcebidas. Los espejismos no son buenos compañeros.

Sigue leyendo