MANIFESTACIÓN SÁBADO DÍA 15 A LA 1 DEL MEDIODÍA EN SEGURA. / TXEMA GISASOLA


Han pasado ya más de 5 años desde la caída de Fagor Electrodomésticos y Edesa. Supuso la pérdida de más de 2000 puestos directos y otros 2000 indirectos (proveedores...), la no devolución de nuestros ahorros de toda la vida y la salida del armario de la difuminación de valores y principios en el cooperativismo de MCC.

Hoy, parece que desde la mayoría de los medios de comunicación, se dan por amortizados los efectos de la caída. El poder, los poderes, siempre tienen instrumentos para influir en los medios (locales/subvencionados, públicos y privados…). Instrumentos para ocultar y silenciar a los que sufren y a los que como Ordaindu y Eskuratu luchamos. Los Congresos y eventos cooperativos dan por superados los efectos y pontifican sobre los grandes logros del cooperativismo de Arrasate

La realidad es que Ordaindu y Eskuratu seguimos reclamando en la calle y ante la justicia nuestros ahorros y que cerca de un 46% de los y las socias siguen sin puesto de trabajo fijo, sólo un 24% han consolidado sus puestos en otras empresas (incluyendo a Sareteknika), los demás (el 30%)  han sido prejubilados "de aquella manera" y quienes han tenido peor suerte, han sido expulsados del sistema. Cooperativismo puro...

El fenómeno cooperativista de Arrasate tiene aspectos de interés como que el capital de las empresas es colectivo, que se reparten beneficios entre los socios y socias o que formalmente la toma de decisiones está reglada…

Pero también, sobre todo en los últimos años, aspectos muy negativos como: la pérdida del alma cooperativista (valores y principios), la desaparición en gran parte de la solidaridad intercooperativa e intergeneracional o la escasa capacidad de decisión de la mayoría en las decisiones estratégicas de las empresas y la Corporación...  Por poner sólo un ejemplo, en los tiempos en que la ciudadanía exige mayores capacidades para decidir, no se deja al colectivo de cooperativistas elegir al/la presidente de la Corporación. Se decide en grupos de las “alturas”.

Hace cinco años, tras la caída de Fagor/Edesa, quienes estamos reclamando la devolución de casi  50 millones de euros para cerca de mil personas, mantuvimos reuniones oficiales con el que entonces era el presidente de MCC, Txema Gisasola. Nos dijo que: nuestra problemática era importante y que habría que solucionar. Incluso avanzó propuestas de solución. Después vino su destitución;  en contactos informales, parecía que entendía nuestra problemática. Agua de borrajas. En el juicio celebrado en Bergara vimos un Gisasola aleccionado por la defensa de MCC respondiendo a las preguntas de nuestro bufete de forma nada sincera. Como todos y todas las demás…

En empresas de economía social debiera haber medios para la intermediación y el acuerdo cuando existen conflictos. Es poco sensato e inteligente pensar que en colectivos tan amplios no existan conflictos. Desde distintos medios hemos oído voces en esta dirección. Pero MCC sigue haciendo oídos sordos e impone de forma sibilina sus preceptos. MCC debiera hacer una reflexión seria sobre el devenir del cooperativismo dentro de 20 años, en la siguiente generación...

Al no encontrar vías para el acuerdo y la negociación, Ordaindu y Eskuratu, hemos tenido que recurrir a la justicia ordinaria donde hemos presentado recurso ante la Audiencia Provincial al primer veredicto contrario a nosotros y nosotras del juzgado de primera instancia de Bergara.

La MCC y sus dirigentes no quieren solucionar nuestro problema, no quieren devolvernos nuestros ahorros de toda la vida. Txema Gisasola puso mejor cara al principio pero, luego, se ha comportado como los demás. Ordaindu y Eskuratu nada tienen en contra Gisasola en lo personal pero sí queremos manifestarnos en su localidad, Segura, por su  falta de coherencia, solidaridad y por arrimarse al poder del momento en el ámbito cooperativo...

Ordaindu y Eskuratu seguiremos movilizándonos para conseguir la devolución de nuestros ahorros por ética, por justicia y porque queremos un cooperativismo de otra forma, que solucione los conflictos que genera, que cree órganos de intermediación y reflexione sobre el devenir  de la economía social para la siguiente generación.

Ordainduk eta Eskuratuk gure aurrezkiak itzultzeko mobilizatzen jarraituko dugu, etikagatik, justiziagatik eta bestelako kooperatibismoa nahi dugulako; sortzen dituen gatazkak konponduko dituena, bitartekotza-organoak sortuko dituena, eta gizarte-ekonomiak hurrengo belaunaldiarentzat izango duen izaeraren inguruan hausnartuko duena.





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