"Los antiguos jefes de Fagor no fueron responsables de la quiebra de la empresa"

diariovasco.com - 9 de septiembre   

La Fiscalía de Gipuzkoa concluye que el concurso de acreedores fue «fortuito» y no culpable. El Ministerio Público coincide en su análisis con la administración concursal, con lo que el juez del caso archiva definitivamente el asunto

Los antiguos gestores y máximos responsables de Fagor Electrodomésticos durante los últimos años respiran por fin tranquilos. El juez encargado del concurso de acreedores del fabricante de Arrasate, Pedro José Malagón, ha ordenado el archivo de la llamada sección sexta del proceso, que no es otra que la dedicada a determinar la calificación del concurso. La quiebra puede ser fortuita -sin mayores consecuencias para los ejecutivos- o culpable, en cuyo caso se pueden enfrentar a severas responsabilidades que pueden llegar a afectar, incluso, a su propio patrimonio personal.
 
Pues bien, según ha podido saber DV, Malagón ha cerrado ese asunto para siempre, sin posibilidad de recursos posteriores. Y lo ha hecho después de que el Ministerio Fiscal dictaminara que de ninguna manera se podía calificar el concurso como culpable. Idéntica tesis a la que expuso a finales del pasado mes de julio la administración concursal de Fagor Electrodomésticos. De hecho, el informe de la Físcalía Provincial de Gipuzkoa se apoya casi al cien por cien en el texto elaborado por los administradores. La Ley Concursal señala de forma clara que si administración y Fiscalía coinciden, en el sentido de apostar por la calificación de fortuito de un concurso de acreedores, se termina el análisis.

Este nuevo auto de Malagón, con fecha 4 de septiembre, supone todo un jarro de agua fría para la Abogacía del Estado, que solicitó la declaración del concurso como culpable, apoyada en un profuso análisis jurídico-económico con el que trató de demostrar que la gestión en los dos años anteriores a la declaración del concurso (el tiempo al que se ciñe el análisis de la sección sexta) fueron un desastre, y que los exgestores de Fagor agravaron la quiebra mediante maniobras poco menos que sospechosas o irregulares.