Arrasate, 27 de octubre de 2014
Estos
últimos meses, representantes de la Corporación MONDRAGON han mantenido
diversas reuniones tanto con representantes de la Asociación de afectados de
las cooperativas Fagor-Edesa Ordaindu Elkartea, así como con representantes de
la Asociación de afectados de las cooperativas Edesa-Fagor Eskuratu Elkartea
(“Eskuratu”). Además, recientemente Eskuratu ha remitido una carta a MONDRAGON con
una serie de afirmaciones que reinciden en las ideas transmitidas con
anterioridad y se incluye una nueva petición de reunión dirigida a la
Corporación.
Con motivo
de las afirmaciones y reivindicaciones realizadas por estas asociaciones, la
Comisión Permanente del Congreso de MONDRAGON desea exponer su posición acerca
de las mismas y darla a conocer a los interesados, a las cooperativas y a la
opinión pública.
Es bien sabido que MONDRAGON se construye desde la
asociación de cooperativas autónomas y soberanas que compartiendo unos
Principios básicos, Valores comunes y una Misión, se dotan, entre otros, de
determinados mecanismos de solidaridad e intercooperación para la consecución
de sus objetivos.
Como tales entidades autónomas y soberanas, cada una de las
cooperativas asociadas a MONDRAGON es responsable de su propia gestión y de
desarrollar su actividad empresarial con la mayor eficacia posible. Esta
responsabilidad es indelegable a ninguna otra instancia. Por tanto, cada
cooperativa es plenamente responsable de sus decisiones, tanto empresariales
como institucionales, y dueña de su futuro.
En este contexto, a MONDRAGON le corresponde gestionar un
conjunto de instrumentos de solidaridad e intercooperación destinados
especialmente a la promoción de nuevos negocios y al apoyo de las cooperativas
en dificultades. En este último caso, si finalmente un proyecto no es viable,
el conjunto de cooperativas, en un nuevo ejercicio de solidaridad, busca dar
soluciones de empleo a los socios afectados.
El hecho de que una cooperativa sea beneficiaria de esa
solidaridad no es, de ningún modo, una garantía de su viabilidad en el futuro,
ni un derecho ilimitado a la solidaridad, ni, por supuesto, modifica la
responsabilidad de los órganos de cada cooperativa sobre el acierto o no de sus
propias decisiones.
Durante estos últimos tiempos, las instituciones de
MONDRAGON y otras cooperativas, sobre todo del Grupo Fagor, han realizado un
importante ejercicio de solidaridad con Edesa y Fagor Electrodomésticos,
empleando los instrumentos intercooperativos al máximo grado de su historia y
al límite de lo factible, contribuyendo a aliviar los excedentes de plantilla a
través de las reubicaciones, solidarizando resultados o realizando aportaciones
ordinarias y extraordinarias desde los fondos corporativos. Todo ello tratando
de paliar las consecuencias negativas de su situación económica. Hasta que fue
imposible seguir aplicando nuevos fondos.
Por ello, no tiene sentido buscar en MONDRAGON un
responsable de las decisiones sobre la continuidad de las cooperativas que sólo
corresponden a quien las adoptó, ni pedir a las instituciones de MONDRAGON, que
son el principal acreedor de las sociedades concursadas, la devolución por
parte de las mismas de cantidades que los socios individualmente aportaron a su
propia cooperativa.
Desgraciadamente estos no han sido los únicos casos, a lo
largo de nuestra trayectoria ha habido otras cooperativas que también han
cerrado sus puertas. En todos ellos ha habido también esfuerzos solidarios de
otras cooperativas y en todos los casos los socios y también los acreedores,
han puesto en riesgo su aportación patrimonial. Todos los socios sabemos que
corremos los riesgos y prerrogativas propios de ser los dueños de nuestras
cooperativas.
En cualquier caso, la voluntad y prioridad de las
cooperativas de MONDRAGON sigue siendo la de dar soluciones al empleo. Y ese es
el empeño en el que están volcadas.
Por todo ello, desde la Comisión Permanente del Congreso,
manifestamos que MONDRAGON no puede, de ningún modo, atender las peticiones
realizadas por las asociaciones mencionadas, porque se trata de peticiones
ajenas a la naturaleza y realidad de MONDRAGON y para las que no cuenta
siquiera con competencias.
Por último, queremos manifestar que esta opinión es firme y
definitiva, y por lo tanto, damos por concluida esta cuestión a efectos de Corporación
MONDRAGON.
Comisión Permanente del Congreso de MONDRAGON
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