El juez deja el camino despejado a la adjudicación tras rechazar el recurso de la Seguridad Social. La firma catalana puede así seguir su calendario para empezar a vender producto en noviembre
donostia - La firma de
la compra de Fagor Electrodomésticos por parte de la firma barcelonesa
Cata está prevista finalmente para este próximo martes, según ha podido
saber NOTICIAS DE GIPUZKOA, después de que el juez que ha dirigido el
concurso de acreedores de la cooperativa quebrada haya rechazado un
recurso de la Tesorería General de la Seguridad Social contra la
adjudicación de los activos realizada por el propio titular del juzgado
de lo Mercantil de Donostia.
El juez Pedro José Malagón deja así vía libre para que el traspaso de los activos pueda materializarse definitivamente, pues no cabe recurso contra el auto en el que desestima las pretensiones de la Tesorería, que perseguía que, en la adjudicación, Cata tuviera que abonar deudas de seguros sociales anteriores a la declaración de concurso por entender que concurría una sucesión de empresa.
Que ya esté el camino despejado es importante para la empresa adjudicataria, pues ya tenía diseñado un calendario para arrancar de nuevo el fabricante guipuzcoano de electrodomésticos -en un primer momento las plantas de Garagarza y Eskoriatza- y una estimación del recurso presentado por la Tesorería habría supuesto una complicación en sus planes. Así pues, desestimada esa pretensión y una vez se consuma el martes la adjudicación de los activos, Cata ya no tendrá obstáculos para poner en marcha el nuevo proyecto industrial, que se llamará Fagor Electrodomésticos-CNA.
El primer paso será activar la maquinaria productiva, al comienzo con unas preseries que se fabricarán a partir de finales de este mes y, ya en noviembre -posiblemente a mediados-, estará en disposición de lanzar al mercado los primeros productos. En ese inicio, el catálogo se basará en referencias ya existentes antes del proceso concursal, concretamente hornos, placas de cocina y ollas. Posteriormente, y conforme el equipo de ingenieros de la nueva compañía desarrolle innovaciones, se irá actualizando el inventario de productos.
Cata Electrodomésticos abonará por los activos que se ha adjudicado -las unidades productivas en Euskadi, el uso de las marcas españolas (Fagor, Edesa, Aspes y Splendid) y los derechos de crédito de la cooperativa quebrada- cerca de 50 millones de euros. A la hora de desembolsar esa cantidad -20 millones en un primer plazo- contará con el respaldo de varias entidades financieras, que se han comprometido a conceder a la firma barcelonesa 30 millones de euros en créditos y avales.
El hecho de que Caixabank -presentado en el concurso de Fagor como acreedor- lidere el grupo de entidades que apoyarán financieramente a Cata en su proyecto industrial hace que la firma de la adjudicación de los activos de lleve a cabo en una notaría de Barcelona, según ha podido conocer este periódico.
Respaldo político El grupo CNA -que curiosamente se personó en su día en el concurso de Fagor como acreedor- ha contado con el respaldo político de la Generalitat de Cataluña y del Gobierno Vasco, proclives a que los activos de la cooperativa fueran adquiridos por una corporación con experiencia en el sector, algo que no sucedía en el otro gran aspirante en la puja, Cevital. Esta compañía argelina terminó por quedarse con las plantas de Fagor en Francia, por las que había mostrado especial interés.
En el auto dictado con fecha de este pasado jueves, el juez Malagón confirma sus tesis ya adelantadas en el auto de adjudicación y en una jornada en la que participó como ponente hace dos semanas, organizada por Hispajuris y el despacho de abogados donostiarra SUnion. El responsable del juzgado de lo Mercantil considera que no concurre sucesión de empresa en este traspaso de activos, por lo que no existe ni subrogación de plantilla ni obligación de asumir las deudas de la Seguridad Social por parte del adquiriente. Aceptar lo contrario habría supuesto, según dice Malagón citando al Tribunal Supremo, cargar a la unidad productiva transmitida con un pasivo que haría peligrar su viabilidad económica.
El juez Pedro José Malagón deja así vía libre para que el traspaso de los activos pueda materializarse definitivamente, pues no cabe recurso contra el auto en el que desestima las pretensiones de la Tesorería, que perseguía que, en la adjudicación, Cata tuviera que abonar deudas de seguros sociales anteriores a la declaración de concurso por entender que concurría una sucesión de empresa.
Que ya esté el camino despejado es importante para la empresa adjudicataria, pues ya tenía diseñado un calendario para arrancar de nuevo el fabricante guipuzcoano de electrodomésticos -en un primer momento las plantas de Garagarza y Eskoriatza- y una estimación del recurso presentado por la Tesorería habría supuesto una complicación en sus planes. Así pues, desestimada esa pretensión y una vez se consuma el martes la adjudicación de los activos, Cata ya no tendrá obstáculos para poner en marcha el nuevo proyecto industrial, que se llamará Fagor Electrodomésticos-CNA.
El primer paso será activar la maquinaria productiva, al comienzo con unas preseries que se fabricarán a partir de finales de este mes y, ya en noviembre -posiblemente a mediados-, estará en disposición de lanzar al mercado los primeros productos. En ese inicio, el catálogo se basará en referencias ya existentes antes del proceso concursal, concretamente hornos, placas de cocina y ollas. Posteriormente, y conforme el equipo de ingenieros de la nueva compañía desarrolle innovaciones, se irá actualizando el inventario de productos.
Cata Electrodomésticos abonará por los activos que se ha adjudicado -las unidades productivas en Euskadi, el uso de las marcas españolas (Fagor, Edesa, Aspes y Splendid) y los derechos de crédito de la cooperativa quebrada- cerca de 50 millones de euros. A la hora de desembolsar esa cantidad -20 millones en un primer plazo- contará con el respaldo de varias entidades financieras, que se han comprometido a conceder a la firma barcelonesa 30 millones de euros en créditos y avales.
El hecho de que Caixabank -presentado en el concurso de Fagor como acreedor- lidere el grupo de entidades que apoyarán financieramente a Cata en su proyecto industrial hace que la firma de la adjudicación de los activos de lleve a cabo en una notaría de Barcelona, según ha podido conocer este periódico.
Respaldo político El grupo CNA -que curiosamente se personó en su día en el concurso de Fagor como acreedor- ha contado con el respaldo político de la Generalitat de Cataluña y del Gobierno Vasco, proclives a que los activos de la cooperativa fueran adquiridos por una corporación con experiencia en el sector, algo que no sucedía en el otro gran aspirante en la puja, Cevital. Esta compañía argelina terminó por quedarse con las plantas de Fagor en Francia, por las que había mostrado especial interés.
En el auto dictado con fecha de este pasado jueves, el juez Malagón confirma sus tesis ya adelantadas en el auto de adjudicación y en una jornada en la que participó como ponente hace dos semanas, organizada por Hispajuris y el despacho de abogados donostiarra SUnion. El responsable del juzgado de lo Mercantil considera que no concurre sucesión de empresa en este traspaso de activos, por lo que no existe ni subrogación de plantilla ni obligación de asumir las deudas de la Seguridad Social por parte del adquiriente. Aceptar lo contrario habría supuesto, según dice Malagón citando al Tribunal Supremo, cargar a la unidad productiva transmitida con un pasivo que haría peligrar su viabilidad económica.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.